Después de haberme pasado toda la mañana, el mediodía y parte de 1.ª hora de la tarde oyendo a las chicharras, sonido que me ha acompañado en todos los veranos de la infancia, cuando los pasaba en la casa de Matapozuelos, junto al silo y próxima a la era, justo cuando tengo que estudiar sobre planes de formación de la Fundación Tripartita y que si contratos-programa, y que si aplicaciones telemáticas, y que si acciones formativas para organizaciones de autónomos, y que si convocatorias estatales, y que si otras tantas cosas más, empiezo a escuchar "la Macarena", "el Aserejé", "la bomba..." Y entonces me ofusco y se me frunce el ceño y me imagino a mis amigos paseando por Madrid, o sentados en un banco para que daviz no se estrese en caso de estar comiendo un helado...
Y es que la tarde es estupenda para salir a pasear, pues ha hecho calor, pero ahora al atardecer se mueve una fuerte brisa que resulta de lo más agradecida, y entonces dejo los apuntes, los cuadernos, las pinturas de colores... para acabar con la fregona de la mano por no ponerme a escribir un cuentecillo titulado "Martadical y la suegrastra".
Que no se enfade Henry, que algún día se lo cuento. Pero que mala influencia son algunos amigos.
2 comentarios:
que bueno! Martadical y la suegrastra!! jejeje
como me conoces, pero no, no hubo helado esta vez. Pero si que lo hubo el otro finde, pero no hubo banco. Paseamos el helado desde la Latina por todo el centro...la Plaza Mayor, Palacio Real, Plaza España.. hasta llegar al parque del oeste, junto al Templo de Debod. Justo cuando por fin nos tumbamos en el parque, fue posar el cesped y decir el Malabarista .. "si quieres llegar al tren nos tenemos que ir ya"
mierda!!
No me enfado... lo más que puedo hacer es quitarte los permisos para escribir aquí o irme yo :)
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